Reutilizar o dar segundas oportunidades a objetos es la misión primera de El Taller, así que darle una nueva vida a un perchero es una idea que no podía faltar.
Todos tenemos en casa objetos que a priori lo tiraríamos porque no nos gusta o nos parece anticuados, pero no nos paramos a pensar que con unos detalles o una mano de pintura podemos obtener un resultado la mar de alucinante.
Seguro que todos tenemos el típico perchero de pomitos que colgamos detrás de la puerta. La verdad es que son de lo más sosos y aburridos. Y como soy un culo inquieto, cosa que ya sabéis, pues me puse manos a la obra y lo tuneé.
¿Qué materiales necesitamos?
Esto es lo que usé yo, pero vaya, cada uno es libre!
- Un perchero (lógico, no?)
- Pomos o tiradores para hacer de colgador (en mi caso 4)
- Pintura en spray (Novasol PintyPlus efecto forja gris)
- Pintura satinada multiuso (La Pajarita color Rosa medio) y un pincel
- Destornillador
- Lija
Está claro que comprar un perchero nuevo puede ser la opción más lógica y más rápida. Pero creo que esta sociedad de consumismo hay que intentar aprovechar todo lo que tenemos a mano.
En mi caso, la mayoría de los tiradores los tenía por casa de otras cositas que me he ido guardando y otros los compré muy económicos. Aunque si os gustan los originales, siempre podéis usar esos y así no comprar nada.
Mi intención con los tiradores fue darle un aspecto diferente y por eso no hay ninguno igual que otro.
Este DIY es la mar de sencillo y poca complicación tiene. Primero lijé un poco el perchero para quitarle la capa de barniz y después lo pinté. La verdad no se porqué elegí el rosa, quizás porque fue amor a primera vista y combinaba genial con el spray gris que ya tenía en casa de otros proyectos.
Como al perchero le tuve que dar dos manos de pintura para que el color fuese un poco más intenso, aproveché el momento de secado para pintar los tiradores.
El spray es una maravilla, indistintamente del material base, cubre perfectamente y después no se puede adivinar que hay debajo. ¡Una pasada! Y además no se desconcha con el uso, palabrita.
Una segunda vez seca la segunda capa, solo quedará atronillar los tiradores y lo tendremos todo listo.
Ahora solo queda elegir el sitio donde colocarlo, eso si, que esté a la vista para presumir de perchero nuevo y que todas las visitas te pregunten.
Personalmente, creo que el cambio es radical y que luce muchísimo más después del cambio. Me encanta el contraste entre la calidez del rosa y el frío de la forja gris. ¿Qué opinas?
Que… ¿te atreves tu también en hacer un perchero del estilo?